miércoles, 30 de diciembre de 2015

Feliz año viejo



Estamos a punto. La Tierra enfila la última curva de esta nueva vuelta al compañero que más alumbra de todos. Peonza dispuesta a girar una vez más. El árbitro añade medio suspiro al tiempo de descuento, un parpadeo entre 365, un final que, como al principio, está a punto de comenzar.

Las campanadas suman otro periodo de prueba antes de afrontar la decisión final, mañana cuando más sueño tengan serán punto de mira y preludio de celebración. Mañana cuando más sueño tengan nos harán partícipes de un nuevo calendario. Un nuevo salto numérico que, aunque parezca mentira, pasa a ser 16.

Estamos a punto. Que si, que ya lo he dicho. Y como a punto estamos no seré yo el que os desee lo mejor para ese nuevo amanecer. Y como a punto estamos seré yo el que os desee que justo antes de que amanezca explotéis de felicidad por todo lo que habéis sido capaces de entonar en el año que se va. O en el que perdurará siempre.

Os deseo que hayáis puesto al mundo bajo vuestros pies mientras él mismo os proclamaba subcampeones. Mientras él mismo os dejaba algo para todo lo que vendrá. Porque vendrá. No os quepa duda.

Os deseo que escupáis las uvas con los mismos a los que ya les dijiste que este año no, que aguantarías. Que no falte ninguno. Que si hay que reír se ríe, que si no se puede pues no se puede.

Os deseo que hayáis hecho de cada estación pretexto de aventura. Que en verano hayas sudado la mitad que en inverno. Que en primavera la alergia no fuese nada parecido al odio y que en otoño, las hojas fuesen recuerdos de unos meses bañados en bronce.

Os deseo que la amistad haya brillado por su estancia. Que los que siempre están hayan estado mejor y los que nunca no hayan aparecido. Que los que estén sea porque quieren. Que los que están sea porque tu necesitas que estén. Suerte la de los que nunca tienen que dar las gracias. Suerte la de los que hasta mintiendo dicen la verdad.

Os deseo que os hayáis enamorado, o que no hayáis dejado de estarlo. No importa el dónde, el cuándo o el cuánto. Importa el por qué. Importa el porque sí. Importa el porque querías. Importa el porque podías.

Y sobre todo os deseo el presente. Sí. Os deseo que por muy bueno que haya sido diciembre, que por muy bien que lo hayáis compartido, solo estéis dispuestos a hacer mejor enero. Y febrero, y marzo.

Así cuando volvamos a estar a punto, cuando la Tierra vuelva a enfilar la última curva de esta nueva vuelta al compañero que más alumbra de todos, y cuando el principio esté de nuevo a punto de acabar, estaremos preparados y dispuestos para volver a empezar.

¡Feliz año viejo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario