martes, 1 de diciembre de 2015

Diciembre es principio



En cuanto el reloj pasa las doce y noviembre se desvanece tanto en nuestra retina como en nuestra memoria comienzan a llover finales. El mundo entero se arrodilla ante el principio que está a punto de acabar y se despide a boca llena y a dedos vacíos de un año que en teoría acaba de sucumbir a su propio destino. Que acaba de sucumbir al poder del frío invierno ensartado en una espada llamada Diciembre. Al poder del mes que más acaba. 

Como de equivocados estamos todos. Dedicamos un mes entero, una doceava parte del año desperdiciada en despedir otros once meses que no se merecen, ni de lejos, tanto. Un mes entero condenado a estar escrito en pasado y en futuro sin que recordemos lo presente que está y lo principio que es. 

Y digo principio basándome en datos, ojo. Un 2 de diciembre, Albert Einstein inventó una de sus teorías menos conocidas, la de la relatividad. Por si os suena. Sonar como sonaba la música de aquel compositor de The Beatles. Un fan se llevaba a Jhon Lennon y Diciembre comenzaba a forjar su leyenda. Hablando de música, 9 sinfonías alemanas inspiradas en su frío. Beethoven no estaba dispuesto a nacer en otro mes. La libertad se hacía su propio hueco y España un 19 de Diciembre hace justicia con todas nuestras madres. Las mujeres votarían desde allí hasta siempre. 

Un mes que de tanto empezar, no termina nunca. Que de tanto soñar y vivir, nos hace sentir hasta a nosotros. 

Digo soñar porque fue en Diciembre cuando la magia se haría presa del mundo, Mickey Mouse, Donald, y todos ellos abrían los ojos ante el nacimiento del padre que más sueños a dibujado. Por cierto gracias, Walt Disney. Y digo vivir porque fue en diciembre cuando Christian Barnard trasplantó el primer corazón. Por cierto, gracias Christian. 

Un mes pionero en frío y en hazañas. Ni el polo sur era menos frío ni llegar menos importante. El primer grupo que llegó a ver su blanco lo hizo en su mes. La ocasión lo merecía. 

La navidad y sus cuentos de Charles Dickens también quisieron ser parte de esa historia. Incluso Cristo decidió nacer su 25. Creáis o no. Que eso ya es cosa vuestra. La primera retransmisión por radio, la creación del primer avión…

Es en Diciembre cuando el calvo de la lotería, o Justino en este caso, nos hacen felices aunque no nos toque nunca. Felices porque la ilusión nos hace humanos. Ilusión que siempre viene en los principios. 

Así que no os pediré que no queráis que pase, que se acabe. 

Pero, eso sí, ojalá el mejor principio de vuestra vida os llegue en sus 30 días restantes. 
Porque capaz es. Joder que si es. 

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