Lo que me sale de los cojones

Soy un mentiroso. Un mentiroso de los buenos. De los que disfrutan, de los que, incluso, intentan hacer disfrutar. Y mira que me gusta negarlo, auto convencerme de que solo altero un poco la realidad. Pintor de verdades, decorador emocional. Pero no, lo que soy es un mentiroso.

No es que mienta con premeditación, quizá si con afán, es que creía que no mentía. Es que, por descontado, creía que decía la verdad. Creía que aquellos nunca iban a ser inmortales, los siempre un poco más allá, y los infinitos que morían en el intento un espejismo muy dispar a cualquier realidad. Perdón por nada. Porque bendita boca la mía.

Bendita porque los volveré a entonar, de hecho confío plenamente en mi. Y en todas esas ganas que me han hecho yo.  

Ya se que dije que no. Se que aseguré contra y viento y marea que moriría dentro de mi. Naufrago de mis hazañas, de mis historias sin tierra firme. Que lo que soy, lo que digo, y lo que escribo me dejaría un poco de lado. Pero es que no soy capaz, es lo que digo, mentiroso hasta conmigo, que le vamos a hacer.

Mira que parece fácil, cambiar. Pero mi capacidad reside en decir lo que me sale de los cojones. Porque sentir siempre es real.  Y claro, sentir mientras que intento enterrarme es contraproducente. Y donde se ponga el cielo, que se quite lo demás.

Por eso he decidido volver a mentirme, porque me niego a dejar de decir todo lo que me sale de donde me tiene que salir. Me niego a perderme sonrisas que me hagan la vida más fácil, me niego, también, a sacarlas. Me niego a perder batallas que no intente ni ganar. Me niego a intentar no encontrar. Me niego a perderme tardes calientes de invierno. Y cafés más calientes aún. Me niego a dejar escapar. Me niego a dejar pasar momentos que nadie podría imaginarse y me niego, sobretodo, a perderme a mi en ese intento suicida de olvidar lo que soy. Porque ni quiero, ni puedo.

Asique mentiré. Volveré a prometer lo que no estoy seguro de poder cumplir, volveré a entonar infinitos que ni Buzz Light year se atrevería, y volveré a querer como no he querido jamás.

Mentiré sin pensar en acabar para que así, cualquier día, mire a mi lado y vea que a ella si que le dije la verdad.