martes, 27 de octubre de 2015

Beso, verdad y atrevimiento


Besa. Besa con premeditación, con carácter o con sentimiento, pero besa. 

Besa a los promotores de esta vida tan tuya, a los comerciales que te vendieron sus genes, a los que te regalaron su sangre. Besa a los espectadores de tus derrotas, a los que las celebran, a los difíciles de besar. Besa, por supuesto, a los que te mantean en los seis a cero, a los que están aunque no deberían. A los que están por muy de clavos que sea la lluvia. Bésala, a ella, como si fuese la última oportunidad que se te brinda, como si supieses que se irá algún día. Exultando ganas, que es la única forma válida de besar. 

Miente. Miente como un bellaco. Miéntele a todo el mundo. A aquél, a ellos, a ti. 

Miente tanto y tan bien que incluso tú te lo creas. Autoconvencimiento emocional. Miente en calidad de amigo, de hijo, de pareja. Miente repartiendo falta de sentimiento. Asegurando que no quieres, ni querrás jamás. Acentúa tu chulería barata y véndete como un Don Quijote sin necesidad de Sancho Panza, ni de Dulcinea, ni de Rocinante. Y cuando se lo crean, que se lo creerán, rebélate y diles que mentías. Empieza así la sucesión más sincera de verdades que entonarás. Descoloca a todos los que te creían firme en tu decisión y diles que mentías. Que quieres, que quieres el doble de lo que no querías, que volverás a querer y que no dejarás de querer jamás. Llénate de verdad atreviéndote a hacerlo.

Atrévete. Atrévete a todo. Siente con el corazón en un puño, di sin pelos en la lengua y haz sin ases bajo la manga.

Atrévete a observar, observa como las gotas juegan al comecocos en tu ventana y no las dejes morir sin haber bailado con ellas. Observa los atardeceres y amanécelos. Cuéntales todo y atrévete a hablar. Conversa como un campeón y rectifica como un vencido. No hagas un Rossi y rectifica. Aprende de los más sabios que tú. Llénate de nuevas emociones. Siente lo que nunca antes habías planeado. Lo que te saque de tu zona de confort. Siente a boca llena y escupe. Que se entere todo el mundo que te has atrevido. Y si pierdes, perdiste. No hagas un me enfado y no respiro. Mejor campeón en el suelo que mito pateador. Atrévete a soñar, que ya dijeron una vez, pero ahora, que puedes y que quieres, abre los ojos y cumple. No disimules. Todos hemos querido volar alguna vez. 

Mira que ya lo dijimos de pequeños, mira que teníamos casi toda la razón. Nos falló la conjunción disyuntiva. 

El mundo no está hecho para los que eligen, el mundo es de los que besan, mienten de mentira y encima y con consecuencia, se atreven a hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario