He vuelto

De repente, y justo un año después, miras a tú alrededor y las cosas han cambiado. 

Han cambiado tanto que no estás en la misma habitación, tus compañeros no son los mismos pero si mucho mejores, las fotos que traes contigo han dejado lejos mucho de ti y lo único que mantienes es que sabes que por duro que llegue a parecer, este es el mejor camino que podías elegir.  

Bienvenidos señoras y caballeros, pasen y lean, que la vuelta acaba de ser consumada. 

Sí, así es, he vuelto. He vuelto a la ciudad que ha decidido hacerme ahijado, a la que tiene previsto verme triunfar mucho más allá de dónde tengo imaginado, a la que me va a quitar la mitad de lo que está dispuesta a darme. En definitiva, a la que será casa hasta que la carrera nos separe. 

He vuelto y, por desgracia, para hacerlo tengo que venirme. Venirme conlleva dejar, irse, desprenderse de todo aquello que te hace vivir mejor día sí y noche también. Dos meses cortos agarrados a una inmortalidad que los hará permanecer en mí mucho más de cualquier tiempo verbal. Imágenes que, a pesar de no haber sido fotografiadas, han llenado el hueco del álbum que tenían reservado. 

Voy a intentar abalarme con mis propias razones, a ver si así soy capaz de contar lo jodido que es echar de menos. Amigos que son mucho más que hermanos, que están sin estar, cuales ángeles de la guarda. Hermano que es mucho más que amigo, que está estando, cual fiel escudero. Familia que es mucho más que fuerza, que está sin pedirla, pero siempre necesitándola. Padres que son mucho más que todo, que están porque quieren, vaya suerte la mía. Y tú, tú que estás al final porque no te quedas del todo. Tú te niegas a un “lejos” definitivo, y menos mal. 

He vuelto, he vuelto aquí porque por muy tarde que parezca siempre es buen momento para volver. Siempre es buen momento para volver a luchar, para volver a levantar la cabeza y tirar, en definitiva, para volver a volver. 

He vuelto porque quizá este sea el primer paso para que, oportunidades a parte, el futuro siga estando de mi lado. Sabiendo que nunca voy a irme. Cambien las personas, los lugares, las circunstancias. Cambie lo que cambie, yo me quedo. Me quedo porque me siento bien así, me quedo porque soy lo que quería ser de pequeño. 

Me quedo porque vivir así está siendo la jodida aventura de mi vida.